sábado, 21 de marzo de 2009

capitulo 21 (aaaaleluya)



Capítulo 20

Cuando porfin decidí hacer un movimiento miré al cielo por milesima vez esa noche... Estaba oscurísimo, miraba a mi alrededor y apenas se distinguía nada...pero...no se supone que cerraban el parque a cierta hora?..weno da lo mismo. Bill me imitó y después carraspeó para aclararse la garganta después de tanto tiempo en silencio.

Bill- Tienes que ir a tu casa a dormir.

Ana- Pero...

Bill- Quiero que descanses...porfavor...

Bill deseó que, con un poco de suerte, se quedara dormida por la mañana y no le diera tiempo a ir a verle... quería recordarla como esa noche, hermosa y feliz, y no como estaría a la mañana siguiente, seguro que llena de lágrimas suplicándole que hiciera algo que le era imposible después el también se pondría a llorar y entonces cometería una locura.

Ana se levantó con mucho esfuerzo y con ayuda de Bill.

Como él no se keria eternizar le dio un rapido beso y se dio la vuelta en dirección al hotel. Cuando se separaron ella se quedó mirando su silueta hasta que se difuminó en la oscuridad de la noche.

Al llegar a su casa, como supuso antes no pudo conciliar el sueño, incluso se cojió una sábana (era verano y no la ultilizaba) para taparse y estar más agusto...pero nada. Sólo podía dejarse torturar por la sensación de completa dependencia....depender de algo para vivir...

Pensó: lo estoy llevando muy al extremo. Pero es lo que sentía en ese momento, un sentimiento muy fuerte que parece que no puedes ni controlar, que hace que tiembles de pies a cabeza. Sonó el estridente sonido del movil vibrando en la mesilla lo cojió como un acto reflejo.

-hola – Esa maravillosa voz... si era eso lo que necesitaba.

Ana- Bill!!- Grito con miedo a k esa voz desapareciera.

Bill- Te llamo para pedirte que duermas

Ana- ¿Y si lo estába haciendo y tú con el movil...

Bill- Sé que no duermes porque yo tampoco.

Ana- Me cuesta mucho.

Bill- Ana, necesito saber que estás descansando para poder hacerlo yo.

Ana- Quiero verte.

Bill- No sé tú, pero yo te veré en mis sueños.

Ana- Pero...

Bill- Prométeme que vas a dormir.

Ana suspiró.

Ana- Vaaale.

Bill- Buenas noches.- Dijo con voz de ángel. Y colgó.

Ella besó la pantalla del movil lo dejó con delicadeza en la mesilla y se recostó en el colchón.


Cuando la luz del movil se apagó la habitación se quedó totámente oscura. Entonces se dio cuenta del sueño que tenía y cerró los ojos pesados lentamente con una dulce imagen en la cabeza.

- - -

''Estoy incómoda. Anda, ya estoy despierta, jo. Con lo agusto que estaba dormida... Espera! ¿Qué hora es???''

Ana abrió los ojos de golpé y pudo apreciar cierta luminosidad.

Ana- ¡Mierda!

Saltó de la cama, se vistió con un par de prendas que vió en el suelo, cojió un chicle de menta y se peino su liso pelo con los. dedos mientras salía por la puerta de su casa. Por la tonalidad del cielo dedujo que no serían mas de las cinco.

Cruzó la carretera con más tranquilidad pero aún preocupada. Tenía la terrible sospecha de que él ya no estubiera allí para despedirse. Tal vez no le gustaba la idea de despedirse de ella... Pero eso no tendría sentido...¿cómo se iba a ir asi derrepente? Entonces Ana y su generosa imaginación empezaron a formular posibles hipótesis...la ha estado tomando el pelo... no le volverá a ver y si lo hace hará como que no la recuerda... Hasta que la conciencia aplastó esas ideas regañándose a si misma por su falta de confianza.

Por el camino en el hotel, estuvo reflexionando sobre lo que había cambiado desde el primer dia k entró a trabajar en ese hotel, todo lo veia distinto, todo había cambiado. Esas tonterías que ocupaban gran parte de su cabeza ahora carecía de importancia...
Al llegar al octavo con el corazón en un puño pudo ver a Bill en el pasillo ya totalmente vestido, con una visera y el equipaje apollado en la pared. Se sintió muy molesta.

Ana- ¿Te ibas a ir ya?

El la miró sin expresión alguna, solo la miraba.

Ana- ¿Bill?

Entonces él se acercó rapidamente a ella y la abrazó con mucha fuerza, tanto que ella se quedó sin respiración, pero no le importaba, en un segundo la hizo sentir muy feliz.

Bill- ¿Cómo me voy a ir?

Ella siguió abrazada a él. Éste apolló la barbilla encima de su cabeza.

Ana- No estamos hablando

Bill- No hace falta.

Y así estuvimos, en medio del pasillo durante un tiempo. No podía evitar pensar en que ese sería el último momento que estuviera con el en mucho tiempo. Y lo peor de todo es que no tenía ni idea de cuando le iba a volver a ver. Lo único que quería en ese instante era quedarme allí en sus brazos para siempre, sentir su cuerpo pegado al mio.
Oí unos pasos a mi espalda pero no me di la vuelta, Bill hizo un gesto con el brazo, supongo que estaba diciendole algo a la persona que se encontraba detras mía. Los pasos se alejaron.

Él me cojió de la barbilla y se despidió despació y comprendí que aquí terminaba mi sueño. Entonces me dió un último beso en los labios y se marchó.

Y allí yo sola aún con la sensación de sus brazos en mi espalda. Inmovil promentiéndome a mi misma que no correría detrás de él pidiendole algo que era totalmente imposible.
Me senté en las escaleras. Nada me pasaba por la mente. Todo el blanco. Lo único que hacía era mirar a un punto fijo sin presar atención a nada. Hasta que una chispa de luz pasó por mi mente y entonces tube un gran deseo algo que llevaba desde hace tiempo proponiendome pero que hasta entonces no había caído, era algo sin importancia pero necesitaba un recuerdo.

Asique me levanté decidida enfocando bien la vista y me dispuse a bajar las escaleras. Por cada escalón que bajaba me subía más la adredalina aunque supiera que lo que me había propuesto sería casi imposible.

1 comentario:

Samantha dijo...

necesito ver el sigiente capitulo yaaa!! x favorrrr, esta historia es increible x favor pronto